Todos liberamos diminutas gotas de agua al respirar, hablar, toser o estornudar. Estas gotas microscópicas están compuestas aproximadamente por un 97% de agua y un 3% de solutos, como sales, proteínas y numerosas otras sustancias. Un término que se ha venido usando y que tomó más fuerza a partir del COVID es “aerosoles” que se refiere a partículas líquidas o sólidas suspendidas en el aire. (Tellier 2009; Judson 2019) Pueden ser visibles, como la niebla, pero más a menudo son invisibles, como el polvo o el polen.
En circunstancias normales, esta contribución personal que hacemos a diario y en todo momento al ambiente o al aire que compartimos (en caso de lugares cerrados como oficinas) no tiene efectos negativos en nosotros. Sin embargo, cuando una persona tiene una infección viral o bacteriana respiratoria, su aire exhalado contendrá microbios contagiosos dañinos. Una vez emitidos al aire, estos microbios nocivos pueden infectar a otras personas, ya sea por inhalación directa o mediante la deposición en una superficie y el contacto posterior. Claro que, si previamente has estudiado la nueva medicina germánica, sabrás que esto que menciono arriba no tiene sentido y ni efecto alguno en las personas porque las enfermedades son ocasionadas por shock biológicos, bueno, me estoy desviando un poco, pero si quieres saber más de la NMG te comparto un link que te ayudará a pensar diferente. (https://materialdenmg.com/)
Continuando con el tema, La humedad del aire es un factor importante en la transmisión de microbios por vía aérea. En atmósferas secas por debajo del 40% de humedad relativa (HR), las gotas expulsadas pierden rápidamente su contenido de humedad por evaporación. Como las gotas más pequeñas permanecen en el aire durante más tiempo, esta evaporación resulta en más gotas capaces de permanecer en el aire y aumenta el tiempo total que pueden flotar alrededor.
La pérdida de agua de las gotas también cambia su estructura a un estado sólido cristalizado. Los virus y bacterias se conservan en una cápsula flotante, donde permanecen infecciosos y tienen un mayor potencial para infectar a otras personas.
Dicho esto, cuando la humedad relativa está por encima del 40%, las gotas expulsadas retienen su contenido de humedad, son más pesadas y tienen menos capacidad para permanecer en el aire. Además, las sales disueltas dentro de las gotas restantes en suspensión crean un ambiente hostil para cualquier microbio suspendido, disminuyendo su naturaleza infecciosa y cualquier riesgo que representen para la salud.
En conclusión, mantener un óptimo nivel de HR (encima del 40%) combate la infección por vía aérea reduciendo la cantidad de microbios en el aire e inhibiendo su capacidad infecciosa. tambien aqui dejo la liga de una importante revista en méxico que habla de normatividad y regulación en espacios de trabajo.
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