La válvula independiente de la presión o PICV (por sus siglas en inglés), es una válvula que se encarga de suministrar el mismo caudal sin importar las diferencias o fluctuaciones de presión que tenga el sistema
Tomando en cuenta que el Cv (coeficiente de flujo) de una válvula se calcula utilizando precisamente el caudal sobre la raíz cuadrada de la presión, podemos decir que para una PICV este paso puede ser omitido, ya que su selección se basa exclusivamente en el caudal que pasara por la válvula.
La fórmula para calcular el Cv de una válvula control es:
Donde,
Cv: Coeficiente de flujo (Adimensional)
Q: Caudal (GPM).
ΔP: Diferencial de presión (PSI).
Para una PICV la fórmula puede ser simplificada de la siguiente manera:
Su funcionamiento es simple, la válvula se divide en dos partes generales:
- Una válvula de bola/esfera de control caracterizado.
- Un cartucho de control de presión.
Se establece un caudal con la válvula de control, mientras que el cartucho se ajusta a las fluctuaciones de presión del sistema.
El agua con mayor presión entra por una pequeña abertura en donde se encuentra un cartucho que “absorbe” dicha fuerza por medio de un resorte. Este componente, a medida que se comprime, va moviendo la entrada de la válvula en respuesta a los cambios del sistema. Si la carga aumenta o disminuye, el cartucho ajustara el equipo para mantener una presión diferencial constante. En consecuencia, el caudal entregado será siempre el mismo, minimizando las pérdidas de energía en el chiller o unidad manejadora de aire en que se instaló.
Se pueden observar sistemas que usan válvulas de control y de balanceo automático o manual para equilibrar algún proceso de enfriamiento o calentamiento. Se recomienda ubicarlas en el retorno de fan-coils o unidades manejadoras de aire para regular el flujo que el serpentín necesita. Dado lo anterior, una válvula PICV reduce considerablemente los tiempos y costos de mantenimiento, de instalación y horas hombre, recuperando la inversión a largo plazo en comparación con los sistemas de dos válvulas tradicionales. Al ser más eficientes, se ajustan por sí mismas a los cambios de presión en el sistema y al poder ser accionadas mediante un actuador a distancia o manualmente.
Un ejemplo simple del ahorro que nos dan las válvulas PICV es el siguiente:
La instalación de diez válvulas de control y diez válvulas dependientes de la presión en un sistema hidrónico puede variar en tiempo, desde varias horas hasta un día por válvula. Para fines prácticos, asumiremos que la instalación de cada equipo tomara un día. Este tiempo incluye los ajustes de capacidad de la válvula y las mediciones constantes de presión diferencial en todo el sistema, sin contar revisiones o trabajos adicionales en las tuberías.
Teniendo en cuenta que el salario aproximado de un técnico instalador en México ronda los $ 8,579 pesos mexicanos, y que se llevarían 20 días en instalarse las válvulas en las tuberías del sistema, tenemos que:
Esto significa que, para instalar las 20 válvulas, considerando que solo sea un técnico el que las haya colocado, se pagaría un monto de 5,719.33 pesos para esto.
Mientras tanto, con una válvula PICV el tiempo puede reducirse hasta la mitad o incluso más, esto porque no es necesario hacer ajustes previos y su instalación suele ser directa, por ello;
Tomando el tiempo de instalación de una válvula PICV como la mitad del tiempo que se necesita para instalar la válvula de control y de balanceo manual, tenemos que el gasto necesario para montarlas es la mitad del requerido en un sistema tradicional, es decir, 2,859.66 pesos. Sin considerar la menor cantidad de mano de obra para darle mantenimiento o cambios en su cartucho.
Por ello, podemos decir que, aunque el costo inicial de una válvula PICV pueda ser un poco mayor al comparado con las dos válvulas de control y autobalance, a la larga la inversión inicial puede recuperarse y ser más rentable que su contraparte.
Bray, IMI, Flowcon o RWV son algunas de las marcas de válvulas PICV que representamos. Cada una tiene una característica distintiva que las distingue de las demás, ampliando el campo de uso para cada situación que el comprador desee, desde precios accesibles hasta materiales más resistentes y duraderos. Son ideales para cualquier tipo de proyecto.
En resumen, el uso de válvulas PICV, control y/o balanceo dependerá de los requisitos y especificaciones del cliente, siendo ambas opciones buenas y precisas, teniendo ventajas y desventajas la una sobre la otra. Siendo esto determinado por el fin del proyecto en el que se utilizaran, así como el presupuesto en mano entre otros factores determinantes.
Ing. emmanuel Garcia.
SBV Industriales – ventas@sbvindustriales.com